lunes, 19 de septiembre de 2016

Un poco de la historia del Hobby


Desde el inicio de la humanidad, los niños siempre han admirado y deseado replicar las actividades que sus padres realizan, ya sea por un instinto de supervivencia que nos obliga a aprender estas actividades o por simple gusto y admiración hacia nuestros mayores, desde niños siempre hemos querido “Ser grandes”.

Hoy en día los niños cuentan con muchas formas de admirar a sus mayores y mejor aun de “entrenarse” para en un futuro realizar esos trabajos que tanto admiran.

 (La felicidad de este pequeño despidiendo a su padre).




El modelismo en general tiene su origen en este instinto de aprendizaje y en esa admiración hacia alguien.



La creación de una sociedad y de jerarquías nos dio como resultado  el modelismo como lo conocemos hoy en día, es fácil para mí imaginar a alguien tallando una figura que asemeje a una espada o a un soldado en un trozo de madera y que ese alguien se imagine batallas completas e historias no contadas, esa acción ya es modelismo.







El modelismo ha ido evolucionando desde entonces y casi a la par de la misma evolución de la humanidad, los primeros modelistas “en forma” se dedicaban a los barcos y los soldados de plomo, luego surgieron artistas que replicaban escenas y paisajes en pequeños dioramas, ya sea por encargo o por gusto propio,  incluso desde hace mucho tiempo y hasta la fecha muchos inventores, ingenieros y empresas completas crean modelos a escala de sus productos con la finalidad de mostrarlos a sus clientes y lograr una venta, es verdad, el hecho de crear una pieza a una escala más pequeña (o más grande a veces) de algo que existe para un propósito definido ya es modelismo.






Pero el modelismo ferroviario apareció casi a la par que el mismo ferrocarril y desde entonces nada ha podido detenerlos ni al ferrocarril ni al modelismo ferroviario.

El modelismo ferroviario “estático” surge justo después del primer tren, desde 1769 cuando James Watt pensó en una locomotora de vapor, al mismo tiempo pensó en una maqueta de sus ideas, pero fue hasta finales del siglo XIX que surgió el modelismo ferroviario dinámico.






Durante la feria de Leipzig en 1891 Märklin presento una locomotora que contaba con un mecanismo de relojería el cual al darle cuerda hacia que la locomotora caminara, no imagino la cara de asombro de las personas que presenciaron ese momento.
A partir de ese momento todo fue una revolución.

En 1897 Carlisle y Finch presentaron el primer tren a escala que funcionaba gracias a un motor eléctrico y aquí fue donde comenzó el modelismo ferroviario que hoy en día conocemos.


Sin embargo, el modelismo era algo que solo la gente adinerada podía costear, no era tan accesible como hoy en día, incluso mucha gente de la clase media o baja nunca conoció un modelo a escala de ningún tipo, fue hasta principios de 1901 cuando Joshua Lionel Cowen tuvo la idea de fabricar un tren a escala llamado el Express Electric como forma de publicidad para las tiendas, le vendió un solo set (el único que existía) a una juguetería en Manhatan, el dueño coloco en el escaparate el tren funcionando, la historia cuenta que el dueño de la juguetería regreso al día siguiente con una orden urgente de 6 sets mas porque los clientes querían comprar el set que estaba exhibido, el resto es historia, Lionel vendió solo 12 sets del Express Electric y no porque no tuvieran demanda, sino mas bien porque empezó a fabricar sets para venta al público en general.






Lionel Corporation no fue la primera en el ferromodelismo, pero si fue la primera en hacerlo más accesible, al finalizar la primera guerra mundial Lionel contacto a los grandes almacenes de todo estados unidos para que incorporaran sus trenes como parte de los adornos del árbol de navidad, esto fue una estrategia de mercado increíble, al punto que hoy en día la imagen de un árbol de navidad siempre es acompañada por un tren circulando a su alrededor.

Hoy en día podemos dividir los trenes a escala en dos categorías principales, los modelos a escala y los trenes de juguete.








Es muy fácil diferenciarlos, mientras que los trenes de juguete no siguen una escala determinada a la perfección, los anchos de vía son muy variados, los detalles son muy genéricos y por lo general funcionan con pilas y métodos parecidos, los modelos a escala siguen una estricta escala, existen estándares, el detalle es el principal objetivo del fabricante y nadie puede negar que el valor del modelo es basado en la calidad y no en el precio.

Pero el ferromodelismo hoy por hoy hace más que solo causarnos admiración, sean niños o adultos el ferromodelismo hoy en día nos une como personas, como amigos e incluso como familias.












Este viernes pasado coloque mis vías en el suelo y sobre de ellas una de mis Baldwin Centipede arrastrando un tren corto y le di el mando a mi hijo de 3 años, recordé a mi padre sentado en la orilla de la cama con una pequeña mesa cuadrada frente a el sobre la que había un circuito de vías y una hermosa BR80 arrastrando un pequeño tren de carga, alce la mirada y me dio mucha alegría ver a mi hijo sentado en el suelo operando el tren y a mi padre abrazándolo y ayudándolo un rato con el control, también me llego a la mente toda esa gente que he conocido gracias a este hobby, personas increíbles con las cuales he compartido aventuras como perseguir un tren a las 5 am solo porque era la UP 1988 (The katy) o estar en un evento corriendo trenes en una gran maqueta.




El ferromodelismo nos une a todos, chicos y grandes, une familias y conoces grandes amigos, pero también tiene su historia, así como la historia de un modelo que es réplica exacta de un tren real, o la historia detrás de un tren que nunca existió y es bueno voltear de vez en cuando atrás y ver el camino que se ha recorrido y admirar no solo a los trenes sino al hobby en general.